Bueno, una entrada al año, no hace daño:
Aunque para escribir, la verdad es que lo clásico es siempre lo mejor. Escribir en Internet te da mayor visibilidad, permite conocer (casi siempre de una forma superficial) a gente nueva, pero sin embargo, nada puede compararse al placer de escribir en un cuaderno Moleskine. El tacto sedoso de sus amarillentas páginas libres de ácido, sus tapas rígidas forradas con un material llamado oilcloth (bueno, ese forro lo usaban los moleskines clásicos, los que hoy se venden llevan un recubrimiento de plástico normal.)
Pero a pesar de eso, su aspecto es inconfundible. Dan un aire clásico y elegante del que carecen todos los demás cuadernos (salvo decentes imitaciones).
El placer de la escritura manual, la caligrafía, todo ello olvidado por los tiempos del byte, vuelven a estar al alcance de todos.
Como herramienta preferida para escribir en mis moleskine, prefiero los bolígrafos de tinta de gel fabricados por Pilot, ya sea el famoso Pilot G2, o el novedoso, y más preciso Pilot G-Tec C4. Siempre utilizando tinta negra, el mismo color que se ha usado desde el principio de los tiempos, aunque la aparición de las máquinas de copia rápida propició el uso de la tinta azul (generalmente el color llamado «azul real») para distinguir a los documentos originales de las copias.
Finalmente, dejo un par de enlaces sobre la comunidad de usuarios de moleskine, así como trucos que las personas más imaginativas (o geeks) han encontrado para sustituir su PDA por este elegante dispositivo de almacenamiento de datos
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http://flickr.com/photos/tags/moleskine/